Thursday, July 26, 2007

...decir que no

Recuerdo hace unos años, cuando la pega estaba mala, lo desesperado que me encontraba por dar con una.

Llamadas. Mail. Curricula nuevos y mejorados. Palabras como "proactivo" o "eficiente" o "con amplios conocimientos en..." daban vueltas y vueltas al punto que me aprendí de memoria como decirlas para encajar rápidamente y que me creyeran que, pese a mi poca experiencia, era capaz de hacer cosas buenas.

Pues ahora, habiendo pasado ya 7 años de aquello, me enfrento a una difícil desición.

Estoy trabajando en uno de los lugares más cómodos en los que haya estado (y he estado en varios) y aquí, si bien el sueldo no es de los mejores, profesionalmente la cosa es estimulante. Además, la gente es agradable, hay una suerte de relación familiar entre todos. Es un buen lugar.

El asunto se pone difícil cuando me llaman a otra pega, donde me ofrecen un contrato fijo por un perídodo de 6 meses y luego, si paso de aquello, uno indefinido. Además, el tipo que me entrevistó, un tal Rolf algo, resulta ser un argentino de una simpatía tal que me hizo sentir muy cómodo durante todo el rato que duró la entrevista. ¿Sueldo? más o menos lo mismo que donde estoy.

Pros de cambiarme: seguridad laboral, proyectos muy grandes, techo altísimo.

Contras de cambiarme: Es lejos, los proyectos son poco estimulantes.

Anoche lo hablé con mi chica y convinimos que me quedaría donde estoy, peor para eso necesito que acá me digan que me quieren acá. Y por cuanto tiempo.

Tengo que dar respuesta hoy mismo a esa oferta. Me han llamado ya 2 veces. Sospecho que ya estan pensando que lo voy a rechazar.

Tengo que llamar.

Aún no hago nada. Cuando lo haga, escribo de nuevo.

La fiesta sigue. Resulta que mi jefe, con quien debo hablar antes de tomar una desición, no llegará hasta el lunes. Llamo a mi contacto, me dice que va a hacer que me esperen, pero que llame a su jefe. Llamo al jefe. Me dice enfático que quiere que me vaya a allá, que está completamente seguro y que, después de esto, más. Agrega que me va a poner a la cabeza de un proyecto. Algo debo estar haciendo bien, me suena en la cabeza.

La pregunta es ¿Y qué hago con mi úlcera?

Lunes 30

UPDATE:

10:30

Hace 10 minutos hablé con mi jefe. Me da buena espina este hippie renovado y calvo. Claro, dijo, que no puede sacar una conclusión, que se maneja en umbrales de 2 meses, que yo llegué hace repoco y en "estado de excepción". En fin, esperar ahora, a ver qué pasa después de almuerzo.

11:18

Fuí a por un buen pucho, de esos que tranquilizan un poco. Al entrar a la oficina, de vuelta, el jefe de taller me dijo, literalmente, "Yo creo que nos va a ir bien entonces... o sea, si me preguntan a mi. A ver cuánto pesa mi opinión". Ojalá que pese un kilo.

Mientras, espero no me llamen del otro lado.

Mi úlcera está tomando vida...

13:18

Tenemos Cristian Fernandez hasta fin de año... a ver qué va pasando de aquí a entonces.

Ahora, sólo queda resolver con Bauform...

19:46

Tres putos intentos por comunicarme con Mr. Pega Nueva y nada. Al menos ya no etsoy nervioso... al menos por llamarle y comunicarme... igual es sólo para decir que no.

Por cierto... M U E R E , Ú L C E R A D E L D E M O N I O ! ! !

Martes

Después de varios intentos, mandaré un mail, agradeciendo la oferta y declinandola al mismo tiempo. Es que ya está claro que no me voy a ir allende en San Cristobal. A ve cómo me va.

19:35

RESPUESTA!!!
Y todo bien, más encima. Dice que no hay problema, que no entiende muy bien por qué dije que no, pero no importa y, lo más importante, que tengo las puertas abiertas en su oficina cuando quiera.

En fin, finalmente obtengo el grado de "Doctorado en decir que no"

Saturday, July 07, 2007

Pensar en religión


Hace unos minutos, probablemente en uno de los sábados más flojos que he tenido, mientras veía la Hora 25, ese programita pseudocultural, con gentes de la talla del marido de nuestra brillante Ministra de Cultura al lado de Diana Tengo-la-nariz- muy-grande-pero-igual-estoy-como-quiero Masis o de Camilo Estoy-un-poco-viejo-y-soy-completamente-homosexual-pero-me-da-lo- mismo-porque-soy-divertido Marks, cuando este último, ungido como crítico literario, empezó a hablar del libro "Filosofía de tocador", del Marqués de Sade.

Es divertido Marx para hacer sus críticas. Sobre todo que ni se arrugó (más, al menos) para decir que este libro era "...para hacerse diez, veinte pajas... ¡¡Es para pajearse todo el rato!!".

La cosa, y lo que me hizo salir de la cama, además de tomar un delicioso singlemalt y poner en mi boca el Upmann de rigor (todavía no decido si quiero pipa o puro, pero está claro que sin tabaco no me voy de aquí), fué cuando este delgaducho señor insinuó que "Sade muestra en este ibro una filosofía que, más alla de un frenesí sexual, se refiere a un librepensador..." y siguió, casi sin respiro diciendo que esta especie de Negro Piñera decimoctónico, mostraba aquí un "...ateísmo militante...". Esa frase fué lo que mi hizo levantarme de la cama, subir la escalera, preparar mi tumbler y venir a escribir. ¿Por qué? Simple. O no tanto.

Desde pequeño, cuando estudiaba en el Colegio Metodista de Concepción, en medio de esa dictadura que lo permeaba todo, mi relación con la religión ha sido bastante turbulenta.

Cercana, pero turbulenta.

Nunca entendí por qué había que alabar a este personaje que, aún teniendo el poder para arrasar con dos ciudades, no era capaz de acabar con el hambre del mundo por algo llamado "libre albedrío", al que yo no tenía acceso y, bueno, casi nadie, porque al final de los días, te ibas a tener que presentar frente a este patrón del fundo galáctico (recordar que vive en el cielo) y, según tus acciones, podías pasar a vivir "por la eternidad" sobre las nubes, a poto pela'o, con una túnica blanca y un arpa, acompañando al tropel de mamones que participaban en la iglesia.

Por lo demás, siempre me pareció más entretenido portarme mal, lo que me llevaría a apoyar mi delicado traserillo al brasero de Don Sata (Lu, para los amigos), acompañado de todas las bataclanas y los demás vividores de la tierra.

Corte.

Una vez, cometí el error de mirar al pastor (los metodistas, como buenos evangélicos, no tienen curas sino pastores) mientras el resto cantaba sólo para darme cuenta que estaba con los ojos desorbitados mirando la "jugosa entrepiernaexpuesta por una descuidada jovencilla", parafraseando a de Sade. Claro, el problema mayor era que ese jumper abierto era el de mi mejor amiga lo que provocó que la expresión siniestra y manflinflera del más alto representante de la iglesia por esos lares, se fijara en mi memoria con lo del cielo y el infierno.

Corte.

Constantine, la película, y Hellblazer, el comics, le enseñan a uno la posibilidad que el cielo no sea de los buenos ni el infierno de los malos, sino todo lo contrario, que simplemente sea parte de una partida de ajedrez atávico, en el que nosotros simplemente somos los peones. Eso tiene más sentido, a mis ojos, porque le pone carne a las "pruebas" que ponen Dios y Lu.

Corte.


Los musulmanes desatan hoy una guerra santa que nos llena de temor y nos hace olvidar que, sólo hace 500 años, los católicos hicieron lo mismo, invadiendo tierras ajenas, violando mujeres, desacrando iglesias y templos, destruyendo una tras otra vida, torturando, vejando, evangelizando. Y todavía muchos de ellos tienen el descaro de hablar de evangelizar, olvidando los costos de ello, y muchos de nosotros miramos el proceso evangelizador con la misma cara que las vacas miran pasar el tren.

Corte.

En Estado Unidos, la iglesia ha tenido que pagar millones de dólares para evitar que los juicios contra los pedófilos de sus filas (que al parecer no son pocos) acaben con el flujo de dinero que traen los nuevos feligreses. No tengo comentarios a esto, pero da para pensar al menos.

Corte.

¿Alguien ha reparado en los 10 mandamientos? ¿O en los 7 pecados capitales? ¿Nadie más se ha dado cuenta que no son sino una manera de agregar culpa a todas las cosas buenas de la vida? De muestra, un solo botón: "No desearás a la mujer de tu prójimo". Recuerda, claro, que tu prójimo son todos, es decir, nada de mirar esos filetones que se pasean por la calle con sus redondeces envueltas en mezclillas ultraajustadas o petos minúsculos porque pueden ser "de otro". Claro, eso además de la evidente carga machista del título de posesión implícito en esa pequeña frase: la mujer es propiedad de su marido.

Corte final.

Me parece que ya está bueno y que debemos asumir, de manera responsable, un ateísmo militante, al igual que las iglesias llevan adelante un evangelio militante. Sin duda vas a ser mal mirado por ello, pero tienes el derecho a hacer valer tu forma de ver el mundo y tratar de convencer a los pobres católicos

A partir de hoy, cuando veas a alguien persignarse frente a ti, escupe hacia un lado, estornuda, tose o lo que sea que demuestra desagrado, al igual que ellos nos mandan al infierno cuando ven que follamos antes del matrimonio, bebemos alcohol en exceso, consumimos drogas, dormimos hasta tarde, odiamos, nos calentamos en un topless o simplemente maldecimos.

Púdranse, religiosos todos. Mi alma, si es que existe, es mía. No les pertenece ni lo hará nunca. Y si hay uno de ustedes que crea que puede hacerlo, venga a tratar de convencerme de lo contrario, pero desde donde lo veo, Dios es el Viejo Pascuero de un tropel de impotentes y maricones.